lunes, 21 de abril de 2014

Bélgica: la generación dorada

Hay algo místico que rodea a ciertas generaciones. Más allá del talento y el esfuerzo hay algo que se alinea para dar lugar a generaciones que siempre serán recordadas. Pasó en la música con la escuela de Viena donde Mozart y Beethoven aprendieron su maestría. Pasó en la literatura con Fitzgerald, Faulkner o Hemingway representando a la generación perdida. Los grandes se codeaban con otros grandes.

También podemos aplicarlo al fútbol con el Brasil de las 4R (Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Roberto Carlos), la Francia de Zidane y Henry. El otro Brasil de Pelé y Garrincha. Incluso nuestra España de Casillas,Puyol,Iniesta…

Bélgica comparte ese aire místico. No lo comparo con aquellas generaciones solo digo que está viviendo su propia edad dorada: son jóvenes, juegan en equipos relativamente grandes siendo figuras importantes y por qué no decirlo; son muy buenos.

Existe un prejuicio sobre estos chicos: la gente dice que son “la sorpresa descubierta”, que están sobrevalorados, que es mucho peso para un equipo tan joven…
Bélgica no tiene un espejo donde reflejarse (salvo en 1986), su historia futbolística está llena de fracasos, ellos son su propio espejo. Ellos son los que ponen sus propios límites. Deberíamos respetarlo por ello: Bélgica se está atreviendo a soñar, no de forma utópica sino de una forma real. Ese coraje merece el mayor de los respetos.

Yo no creo en las casualidades y la fase eliminatoria de Bélgica no fue una excepción: ningún partido perdido, solo 4 goles encajados y siendo muy superiores a cualquier rival.
Todo empieza por la portería; un Courtois en el mejor momento de su vida, el mejor portero de la actualidad. Un Mignolet en un momento excelso.


Quizás la defensa sea lo más flojo pero cuando levantas la mirada y ves la fuerza y la planta de ese número 4 se disipan todas las dudas. Kompany ejerce de capitán, se trata del corazón de este equipo lleno de talento e ilusión. Pero por si fuera poco Alderweireld, Vertonghen y Vermaelen completan una defensa curtida en muchas batallas. Hay que ser muy iluso para infravalorar a esta defensa.

Seguimos avanzando hasta el medio del campo y observamos que resalta la figura de un hombre por encima de todas, Mousa Dembélé: esta temporada lo está haciendo bien pero hace dos campañas fue insultantemente superior. Todavía es relativamente joven, estoy seguro que este mundial le llevará a un grande. Sin embargo saltan dudas con su compañero; Fellaini viene en un momento muy pobre pero todos recordamos su altísimo nivel en el Everton. Personalmente creo que Witsel está para ser titular. Sí, es un jugador sobrevalorado pero se crece en los grandes momentos y no defrauda.


Llegamos a los extremos, aquí el talento alcanza un nivel superior: Eden Hazard tiene la responsabilidad como estrella de llevar a Bélgica a lo más lejos posible, sobran las palabras para este chico que acabará siendo balón de oro (tiempo al tiempo). Mertens y Mirallas se pelearán por el otro puesto (bendito dilema), el primero tiene una pegada brutal, el segundo es pura casta y velocidad. Desde la segunda unidad partirá la velocidad de Chadli y Kevin de Bruyne además de un chavalito de 18 años que todo lo que pueda decir de él se queda corto, Zakaria Bakkali.

La baja de Benteke es muy significativa y ha dolido mucho: su potencia era perfecta para el juego de Bélgica, estoy seguro de que se hubiese hartado a marcar goles.
Sin embargo, un chico de 21 años tendrá la responsabilidad de sustituirle, Romelu Lukaku; quien me conozca sabrá de mi predilección por este chico, no me canso de decir que se convertirá en el mejor delantero centro del mundo y el mundial va a ser la prueba perfecta para empezar a demostrarlo.



No sé si he idealizado a esta selección, no tengo una bola de cristal para saber hasta dónde llegará pero lo que sí sé es que se trata de una generación dorada, una generación joven con mucho talento. Una generación que está mirando al frente con seguridad y seriedad. Luchan por un sueño y llegarán tan lejos como se atrevan a soñar. Ha llegado la hora de deslumbrar al mundo.