lunes, 4 de enero de 2016

IMPACIENCIA



-La inconstancia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos- Confucio.

La noticia de la destitución de Bénitez no me ha pillado por sorpresa, y no es por el mal juego del Madrid ni de las supuestas incoherencias del entrenador sino por el máximo responsable del club, Florentino Pérez: un tremendo vendedor. Capaz de encandilar a cualquiera pero se trata de un gestor pésimo de personas y de egos. Es el típico empresario de los de antes, de los de "si algo va mal, me lo cargo", desconfiado e impaciente.

De Florentino y de impaciencia va este artículo. Pongamos unos ejemplos que atañan al máximo rival: el año pasado, a estas alturas, la prensa presionó indecentemente para que Luis Enrique fuera sustituido inventando y exagerando varios sucesos. Bartomeu fue capaz de gestionar la situación, Luis Enrique siguió y el Barcelona se hizo con el triplete. Ahora nadie recuerda aquello porque nuestra memoria, sobre todo la de la prensa, es efímera y selectiva.
Si echamos la vista una década atrás y nos adentramos en el Real Madrid de los galácticos veremos un inicio de temporada, la  2003-2004, aplastante de los blancos y un ridículo inicio del nuevo Barça de Frank Rijkaard. Un jugador de la talla de Iker Casillas se atrevió a decir que ya no podía considerar al Barcelona como un grande. ¿Resultados de los galacticos vs Rijkaard?, ningún titulo en tres años con múltiples cambios de entrenador que, hoy en día, da vergüenza recordar lo que dio lugar al hastió del impaciente Florentino y la llegada de Calderón. Aquel presidente ganó dos ligas pero es recordado por la mala imagen que dejó en el Madrid.
Por su parte el Barça ganó su segunda champions y logró un título liguero acabando con 7 años de increíble sequía.

Volvamos a la más reciente actualidad; la sustitución de Benítez. Es cierto que el equipo no estaba jugando nada bien y puede dar lugar a la confusión los constantes cambios de posición y estrategia que Benítez ha realizado en sus 5 meses como entrenador del Real Madrid.
Por mi parte no pienso que probar diferentes situaciones sea malo. Indica estar comprometido con el proyecto, indica que se está analizando todas las situaciones posibles. Y la realidad nos dice que solo se está a cuatro puntos del líder y clasificados para octavos de Champions. ¿Tan mala es la situación? yo creo que no y por ello expongo a continuación los dos conceptos por los que Florentino Perez es incapaz de mantener la calma.

-Vox populi: desde su llegada al Real Madrid ha querido ser el rey Midas. Ese tipo de empresario que da al cliente exactamente lo que él quiere sin investigar más allá. Pero qué pasa si el cliente se equivoca. ¿Qué pasa si en realidad no saben lo que quieren?, ¿qué pasaría si ofreciéndoles otras ideas estarían más satisfechos?.
Este es el principal problema de la gestión de Florentino Pérez; ponerse siempre del lado del aficionado. Ese tipo de gestión le ha dado varias alegrías pero también ha provocado una división en el madridísmo, recordemos la etapa de Mourinho.
Un buen líder es aquel que es capaz de mejorar la situación a pesar de las críticas. Un mal líder es aquel que quiere contentar a todo el mundo.

-Status quo: Florentino siempre ha seducido a los jugadores top de la misma manera; endiosándoles. Dándoles en la plantilla un estatus por encima del resto, incluso cuando todavía no habían demostrado nada en el Madrid. Cuando se ajuntan varios jugadores en un estado mental de "Dios" es muy difícil gestionar los egos.
Solo le pongo un pero a Benítez; no ser capaz de reducir el estatus de Cristiano Ronaldo en la plantilla. Un estatus que por actitud y juego no merece. Aunque este problema no es de Benítez sino de Florentino; ¿creéis que Zidane tendrá el coraje de reducir el status de Cristiano?, el jugador que más camisetas vende, también resulta ser la oveja negra del club.

En conclusión: el Madrid no volverá a ser el más grande, por mucho que quiera dar esa imagen, hasta que la gestión de su rey Midas deje de ser impaciente, deje de intentar contentar a las masas y deje trabajar al profesional.