martes, 23 de mayo de 2017

SED EXCELSOS

                                         Resultado de imagen de mbappe
En el año 2004 Pete Berg era un director pasional, se regía por la profundidad de una buena historia, antes de venderse a las explosiones hollywoodienses con títulos tan discretos como Hancock o Battleship. En ese año rodó un proyecto que le apasionaba. Como le ocurrió a otros artistas obsesivos como Francis Ford Coppola o Al Pacino, casi enloquece por ese proyecto y vio como su cuenta bancaria entraba en números rojos. Aquella película era Friday Night lights: un drama sobre cómo gestionar un equipo de instituto imbatible de fútbol americano de la Texas más profunda. Cómo gestionar los egos de unos jugadores cuyo destino era la lujuria de la NFL.

El lema de aquella estupenda película, que dio lugar a una maravillosa serie, era "sed perfectos". Pero ser perfecto no radicaba en serlo en el terreno de juego, ni delante de las cámaras ni siquiera por lo que reflejase el marcador. Ser perfecto trataba de serlo con sus compañeros, con sus amigos y con sus familiares. Se trataba de llevar una vida completa y limpia, para que lo que se viese en el campo fuera un brote de sinceridad.

Leonardo Jardim tuvo que cambiar su discurso cuando en 2015 la FIFA penalizó al Mónaco por no cumplir la política de compra y venta de jugadores. Aquella plantilla, destinada a ser el equipo perfecto en Francia, tuvo que deshacerse, de un plumazo, de jugadores como Martial, Yannick Carrasco, Kondogbia o Kurzawa. Aquella plantilla, construida a base de talonario, se tambaleaba contando con apenas un año de proyecto.

El entrenador portugués dejó de mandar cuantiosas ofertas a jugadores top para centrarse en un mercado más pequeño; jóvenes promesas y jugadores con un talento sin explotar. De ésta manera llegaron tres jugadores que se convertirían en una pieza fundamental en el título liguero; Jemerson, Lemar y Mbappé. Estos tres se unieron a los ya presentes Bernardo Silva, Bakayoko o Fabinho. Ya en el pasado verano se unirían los dos laterales franceses más en forma de la actualidad; Sidibé y Mendy.

El AS Mónaco de la 2016-2017 ha sido una máquina fabricada por y para el gol. Como en Friday Night Lights, Leonardo Jardim personifica a Billy Bob Thorton en la gestión y en la madurez de jóvenes diamantes. El discurso "sed perfectos" dió lugar a su versión mejorada; sed excelsos.
Los momentos excelsos indican el máximo grado de virtuosidad al que puede llegar una persona. Ese momento lo hemos comprobado en la figura del imberbe Mbappé, tocado por una varita mágica para deslumbrar al mundo con cada una de sus acciones.
Si Mbappé representa la figura de un cohete, Falcao representa la figura de la resurrección y la madurez: de un rol más conservador y menos protagonista ha salido uno de sus mejores años(21 goles en liga). Un rendimiento que solo los más fetichistas esperaban.
                                 Resultado de imagen de falcao lagrimas monaco
En el medio del campo es donde se ha concentrado el mayor espectáculo y el puro talento: Lemar ha tenido un desborde y una visión impropias de un novato en la élite. Y Bernardo Silva ha sido quien ha dejado a decenas de defensas por los suelos gracias a esa capacidad, a lo Messi, de tener la pelota pegada al pie (no le estoy comparando con el más grande, solo digo que comparte esa característica)

Junto con Falcao, Fabinho ha sido el jugador que más ha tenido que madurar: empezó siendo un lateral sin gran recorrido ofensivo ni características defensivas. Ahora es un creador, que toma riesgos y se encarga de gran parte de los lanzamientos a balón parado. Su carencia ofensiva en el lateral lo ha suplido Sidibé y Mendy. Ambos llegan con suma facilidad al ataque. Sidibé ha sido capaz de cortar numerosas contras y de los centros al área de Mendy han llegado los mejores goles de los monegascos. Quitarle el puesto de titular a Kurzawa en la selección dice mucho del nivel de éste lateral que ya se le rifa media Europa.
                                    Resultado de imagen de as monaco titulo
El resultado de la excelsa maquina de Jardim, construida pieza por pieza, ha conquistado la Ligue 1 y ha llegado a semifinales de copa y Champions con casi 150 goles a favor. La experiencia y la sangre fría de los italianos destrozó la impaciencia y las carencias defensivas del Mónaco.

Va a ser difícil que volvamos a deleitarnos con un festín tan ofensivo y atractivo. He disfrutado mucho viendo a un Mónaco creado a base de unir jóvenes piezas talentosas demostrando al PSG que el fútbol no se trata solo de grandes nombres y cheques de 6 y 7 ceros en salarios.

Por una parte me disgusta que el año que viene la vorágine de los grandes acabe con el núcleo joven y explosivo del Mónaco. Pero, al igual que pasó con los Panthers en Friday Night Lights, tengo curiosidad por ver qué será de ellos, alejados de casa y de la pequeña urbe. Qué será de ellos siendo el foco de atención de los grandes estadios europeos.