Las personas con el paso del tiempo cambian, se vuelven más
maduras o tiran su vida por la borda, van teniendo diferentes sueños,ilusiones
y gustos pero las seguimos reconociendo
por su esencia, ese algo que es solo de esa persona y cuando pierde su esencia
lo que pierde es el respeto, eso es lo que le pasa al Arsenal; ha perdido su
esencia.
Cuando llegó Wenger el Arsenal experimentó un cambio vital
para su historia, se dice que el talento aparece poco pero cuando aparece lo
hace en grandes proporciones y de aquellos primeros años de Wenger llegaron
jugadores de la talla de Denis Bergkamp, Patrick Vieira, Robert Pires, So Campbell,
Fredrik Ljungberg…pero ante todos ellos destacaba la presencia del mejor gunner
de la historia; Thierry Henry.
Es cierto que cuando llegaron todos ellos no eran más que
promesas o buenos jugadores pero Wenger los convirtió en jugadores de clase mundial
con un juego vistoso, tácticamente perfecto y sobre todo un juego veloz. Aquel
equipo se convirtió en leyenda, se quedaron a las puertas de ganar la copa de
Europa pero aún así siempre serán recordados, al igual que Highbury; un estadio
que resultaba tan entrañable como terrorífico para los rivales, ganar allí era
misión imposible. Henry jugó sus mejores partidos en ese estadio, era como si Highbury
fuese una extensión de Henry en sí mismo.
2006 fue el punto de inflexión de aquella etapa que acabó
con la derrota en la final de la Champions ante el Barcelona. En 2007 se marcho
Henry harto de estar en un equipo que no estaba a la altura de los grandes. Ese
año el equipo se reconstruyó con la misma base de 10 años atrás: jugadores
jóvenes, desconocidos pero con talento. Y así aparecieron jóvenes como
Alexander Song, Walcott,Van Persie o Diaby aparte de la figura dominante de
Cesc y Rosicky.
Aquel equipo de la segunda era de Wenger no era tan rápido
pero sí mantenía un toque de espectacularidad donde trataban muy bien al balón.
Durante 3 años al Arsenal siempre le pasó lo mismo: una primera mitad de la
temporada espectacular y una segunda desastrosa como si a los jóvenes les
faltara fuerzas.
Se marchó Cesc pero llegó Jack Wilshere que tenía ante si todas
las esperanzas de la afición Gunner. Ese equipo ya no luchaba por el campeonato
pero sí mantenía el estilo de juego, todavía era un equipo ambicioso, todavía seguíamos
creyendo en ellos que tal vez ese sería el gran año. Sin embargo nos hemos
plantado en 2013, y aunque siga siendo un equipo Champions hemos perdido las
esperanzas, hemos perdido las ganas de verlos jugar. En gran parte se debe al
hastío de Wenger cada vez más austero(a pesar del fichaje de Ozil).
Desde 2006
el Arsenal dejó de ser un equipo campeón pero mantenía talento y juventud algo
de lo que actualmente carece. Los últimos canteranos de Wenger albergan muchas
dudas, para mí no tienen el nivel de un club tan grande como el Arsenal, lo que
Wenger está consiguiendo es mediocridad para el club.
Esta misma semana Axel Torres en unas declaraciones
sorprendentes y desmesuradas ante la figura de Flamini dijo esto: “Flamini
representa lo que es Arsenal y lo que Arsenal dejó de ser”
Flamini ha vuelto al Arsenal y en el partido contra los
Spurs se vió en Flamini el espíritu de épocas pasadas pero no en el resto del
equipo. La plantilla actual del Arsenal no se da cuenta de la magnitud del
escudo al que representan, lo han convertido en un club mediocre y no es por
culpa suya sino por Wenger; el francés se ha hartado de no ganar nada y ha
tirado la toalla, ya no reconocemos a este Arsenal, su esencia ha desaparecido.
No sabemos si algún día volverá el Arsenal a ser grande,
mientras tanto seguiremos recordando a aquel equipo legendario.
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