Batman tuvo que huir después de salvar a la ciudad de Gotham.
Harvey Dent se erigía como falso héroe, Bruce Wayne se convertía en el falso
villano. Los ciudadanos vitoreaban a quien estuvo a punto de convertir en ruinas la ciudad
y persiguieron a quien arriesgó todo por salvarla.
Gareth Bale ha sido, a lo largo de cinco temporadas, el
hombre más criticado por gran parte del madridismo. Su falta de gol, las
lesiones y su inadaptación han sido las bazas utilizadas por los aficionados
para señalarlo como villano.
24 son el número de lesiones que ha sufrido el galés desde
que llegó a Madrid. Muchas de ellas de carácter muscular. Su estilo de juego siempre
estuvo basado en el desfogue: correr abruptamente, dejar atrás a múltiples
rivales con su velocidad, y tirar con potencia desde cualquier distancia. Es un
estilo pasional de entender el fútbol.
Quizás ese sea el motivo de tantas lesiones; el desgaste.
Aunque, como Bruce Wayne, Bale tiene un lado oscuro relacionado
con su vida personal que ha podido causarle dolencias musculares provocadas por
el estrés. Ese lado oscuro está más
relacionado con Rachel que con Bruce:
-Su suegro fue encarcelado por estafar 2,5 millones de euros
a centenas de personas. Lo que provocó el ataque, por parte de varios
afectados, hacia la familia. Bale tuvo que reforzar la seguridad de su casa en
La Finca.
-Su cuñado murió el pasado mes de noviembre en extrañas
circunstancias.
-La mejor amiga de su novia fue detenida por blanqueo de
dinero.
-La boda de Gareth y Emma ha sido suspendida en varias ocasiones,
debido a amenazas por parte de enemigos del padre de Emma. Supuestamente, el
enlace nupcial tendrá lugar esta misma semana.
A Bale siempre se le criticó, injustamente, por ser incapaz
de decidir partidos. En el recuerdo está el sprint ante Bartra en la final de
copa de 2014, pero recordemos que, un mes después, fue el autor del 2-1 en
Lisboa.
Esta temporada ha sido el desatascador de numerosos
encuentros como el de Anoeta, el de Dortmund o incluso en la semifinal del
mundialito contra Al-Jazira, coincidiendo con la peor etapa de juego del Real
Madrid. Sin ir más lejos, hace tres semanas marcó un golazo en el Camp Nou para
empatar el partido.
A pesar de todo ello, la figura del galés nunca fue tan
discutida como en este mes de mayo. La prensa daba por cerrada su marcha y
Zidane le relegó al banquillo en partidos importantes. Su antológico gol ante
el Liverpool hizo olvidar todas las malas palabras de prensa y aficionados.
Gareth Bale se convertía en el nuevo héroe del madridismo, pero Cristiano, en
un alarde de egoísmo e indecencia, se encargó de robarle la noche con sus declaraciones.
CR es el Harvey Dent
del fútbol, ese falso héroe que durante años se han encargado, el marketing y
la prensa, de proyectarle como el mejor del mundo. Con sus irrespetuosas declaraciones
entrevemos algo que no estará dispuesto a asumir; el Madrid ya no le necesita
para ganar.
Bale es el héroe que gran parte del madridismo no merecía,
es el héroe que necesitaban para salvar una temporada que en enero estaba
destinada a ser el mayor de los fracasos. Zidane y Florentino respiran
aliviados, a pesar de que su salvador haya sido el jugador que quisieron
convertir en villano.
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