miércoles, 3 de julio de 2013

Estrellas estrelladas (I)- ALAN SMITH, LA ESPERANZA DE UN PAÍS


Debutar en Anfield con 18 años y marcar, literalmente, en tu primer disparo como profesional no está al alcance de cualquiera. La gente empezó a preguntarse quién era ese chico de melena rubia y sumamente delgado: se trataba de Alan Smith, un extremo que jugaba como segundo delantero y mediocentro ofensivo dependiendo del día. Un jugador llegador con un disparo seco y directo, de técnica exquisita y rápido pero ante todo un luchador, nunca daba una pelota por pérdida e incluso si su propia seguridad corría peligro como en esta imagen:

Alan Smith en sus primeros 8 años como profesional lo tenía todo: era un jugador excelente con mucha garra como les gusta a los ingleses, era joven y un buen físico que le permitió el patrocinio de numerosas marcas. Alan Smith representaba la esperanza de un país, la generación de Owen, Gerrard, Lampard, Ferdinand y del propio Smith hacia pensar que quizás esta vez se podría conseguir la copa del mundo, esa copa que Inglaterra llevaba esperando 40  años. Esta generación daba lugar a la esperanza y en Alan Smith se centraban las miradas, sin embargo el destino le deparaba algo totalmente lo contrario. Esta es la historia de una estrella estrellada, la carrera deportiva de Alan Smith, el jugador que pudo reinar:


Smith pasó sus primeros 6 años como profesional en el último gran Leeds United que contaba con jugadores de la talla de Harry Kewell, Rio Ferdinand o Jonathan Woodgate. Jugadores jóvenes y con talento pero ante todo, Alan Smith como máximo exponente de un equipo que cada año sorprendía a propios y extraños colándose en puestos de Champions. Un conjunto que llegó a disputar unas semifinales de Champions en 2001 contra el Valencia, esa eliminatoria la perdieron pero en Mestalla todavía recuerdan la actuación soberbia de Smith en aquel partido.

Pero con el paso del tiempo y los problemas económicos del club provocaron la marcha de numerosos jugadores a clubs más importantes económicamente. Alan Smith pasó de 2002 a 2004 intentando que aquel Leeds histórico no descendiera, estaba solo, se trataba de la única estrella, se negó a salir del club. 

Smith quería que el Leeds volviera a codearse con los más grandes de Europa pero siempre hay un pero: El Leeds United descendió por problemas económicos y se vieron obligados a vender a su máximo exponente, a su estrella. Alan en su último partido como jugador del Leeds no pudo controlar sus emociones y se derrumbó en medio del encuentro. Alan era testigo directo de como el club de su vida se hundía 

Un jugador de su magnitud se merecía algo mejor. Sir Alex Ferguson le llamó para reconstruir un equipo campeón donde Rooney y Van Nistelrooy ponían los goles y Alan Smith el toque y la garra. Durante el primer año y medio como jugador del ManU Alan no hizo más que progresar y ya empezaba a ser importante en la selección hasta aquel día... Alan fue a taponar un disparo de falta de Finnan y su rodilla izquierda se quedó clavada en el suelo. Nadie le dio importancia, ManU y Liverpool siguieron jugando, excepto Rio Ferdinand que fue corriendo a socorrer a su compañero. Rio gritaba y gesticulaba, parecía que le dolía más a él que al propio Smith. Rio conocía perfectamente a Alan, ambos habían sido compañeros en aquel ultimo gran Leeds.

Los demás compañeros le animaban, era una lesión importante pero se habían visto peores lesiones que aquella, casi todos los presentes pensaban que recuperaría su magia pero en la cara de Rio se reflejaba la incredulidad y la decepción, aquel partido siguió sin Smith, Rio Ferdinand siguió jugando pero su cabeza no estaba allí, Rio hizo el peor partido de su carrera dejando que Peter Crouch rematara solo en el único tanto del encuentro y el ManU fue eliminado de la FA Cup. Rio Ferdinand era el único que sabía que Alan Smith nunca volvería a ser el de antes.

Alan volvió 7 meses después, ya no corría como antes, no remataba como antes, no daba a la pelota como antes pero todavía conservaba la garra y el toque. La 2006-2007 supuso el punto de inflexión en su carrera, ya no era titular pero todavía seguía siendo importante y rendía a buen nivel. El sufrimiento y el esfuerzo se vio compensado con la única Premier League de su carrera.

Ante el salto de calidad de Cristiano Ronaldo y las incorporaciones jóvenes de Nani y Anderson, el ManU no contaba con Alan y lo traspasaron al Newcastle. Un Newcastle que contaba con un proyecto ambicioso con la pareja Owen-Smith a la cabeza. Pero aquello no era real, los cuatros años que Smith pasó en el norte de Inglaterra fueron los peores de su carrera deportiva, Alan era desdichado: jugaba como mediocentro defensivo, una posición en la que nunca había jugado. Poco a poco el talento de Smith se fue apagando. 4 años y un solo gol, ya nadie se acordaba de aquella estrella que despuntaba en el Leeds.

Durante esos 4 años, Alan todavía pensaba que podía ser un jugador desequilibrante, tenía la esperanza de correr como antes(lo digo por experiencia;perder la velocidad es frustrante), de rematar como antes, de volver a la selección, de volver a estar en un equipo campeón.

Dicen que para cambiar debes ser fuerte y en 2012 Alan Smith se sinceró consigo mismo y se dio cuenta que todo aquello que añoraba, todo aquello por lo que soñaba había desaparecido. Alan Smith dejó de soñar y se dedicó a vivir la realidad. Fichó por el Milton un equipo de tercera división( 2B en España). Muchos pensaban que todavía tenía nivel como para segunda o incluso para un equipo pequeño de primera. Pero Alan ya no quería eso. Alan ya no era la esperanza del país, los aficionados no se acordaban de él y ya no rompía los corazones de los adolescentes.
Ahora Alan Smith es feliz, juega con un estilo diferente pero sin presiones, Alan Smith ha recuperado la sonrisa que un día perdió.


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